Duende

Noche de luna, fin del verano

como en un mágico cuento

tu boca acercaste a mi.

Beso tras beso, duende travieso

con tus caricias me marcas a fuego el corazón

y yo te sigo como en un sueño.

Cierras la puerta, arden mis venas

y me alucina tu cuerpo desnudo

tendido en cruz.

Fuera en la calle suenan sirenas

mientras mis manos recorren tu espalda con lentitud

y qué profundo llegan tus besos.

Ávidamente, duende impaciente,

giras conmigo en tus brazos,

y el tiempo se me olvidó.

Dulces palabras, beso tras beso,

vueltas y vueltas,

se escapan las horas y sale el sol

y de repente ya no te veo.

Al despertarme salgo a buscarte,

mágico duende, yo sé que algún día te encontraré.

Grito tu nombre, dejo mensajes,

claves secretas te voy escribiendo en cada pared.

Ven a buscarme en otro sueño.

Caen las hojas, llega el otoño,

pero jamás se dará por vencido mi corazón.

Corren los días, pasan los trenes

y como duende en el metro escucho detrás tu voz

que dulcemente dice "te quiero".

Y nuevamente, duende presente,

como en un mágico cuento te miro y estás aquí

Dulces palabras, beso tras beso,

vueltas y vueltas, se escapan las horas y sale el sol

y estás conmigo, como en mis sueños.